Primer paso: cargar el horno.
• Hay que tomarlo con calma, no es
sólo apilar y ya. Debemos distribuir y acomodar las piezas en forma
pareja dentro del horno, no sirve apilar todo al fondo (con la excusa
de que es sólo una bizcochada) y la parte superior del horno nos queda
vacía, vamos a tener brutales diferencias de temperatura y si ponemos
conos, vamos a ver que el de arriba va a caer mucho antes que la
temperatura real de las piezas.
• Si trabajamos con varias pastas,
no meter una pieza hecha con una clase de pasta dentro de otra hecha con
otra pasta, cuando éstas dilanten-contraigan con el calor, si la que
está adentro dilata más o la de afuera contrae mucho, va a rajar la
pieza de afuera.
• Si trabajamos con engobes u
óxidos tener cuidado y colocar estas piezas separadas, hay engobes que
terminan muy vitrificados y se pegan con otras piezas (por error en su
formulación o exceso de esmalte)y hay óxidos que burbujean de lo lindo y
saben contaminar a las piezas que lo rodean. (me pasó algo extraño con
el cobalto, quedaron mis placas con manchones muy azules...).
• Colocar las piezas bien secas, si
tenemos dudas, mejor dejarlas para la próxima horneada. (De unos
ladrillos que hicimos, uno estaba completamente torcido, hacía más de un
mes que se estaba secando y decidimos recuperar la pasta, pues bien, le
pegué un martillazo para partirlo y su interior estaba completamente
húmedo y casi blando, ¡y hacía un mes que los estábamos dejando secar!
bueno, un ladrillo tiene un espesor considerable, pero se los cuento).
Segundo paso: Encendido del horno
A partir de aquí serán unas tres horas y media de prestarle atención al horno. Un descuido y el horno no perdona.
Imaginen el reloj y lo dividen en cuartos de hora, de esta manera vamos a
templar el horno, llegando a la temperatura establecida apagando y
encendiendo el horno (si no tiene corte automático) de manera
intermitente. Esto es lo que determinará un buen templado sin roturas ni
estallido de piezas. No es enciendo el horno, lo llevo a los 100ºC y
luego espero una hora, ¡no! Rompemos todo!! calma chicha.
Yo arranco con la puerta del horno cerrada, hay muchos que prefieren
dejarla un poquitito entreabierta para que salga el vapor, pero me dijo
un fabricante de hornos que con eso lo único que conseguimos es hacer
convección de aire, por debajo de la puerta entra aire frío y por arriba
sale aire caliente, que las piezas de abajo no se templan por esta
entrada de aire frío, que cuando cerremos la puerta y continuemos con la
bizcochada estas piezas con suerte van a rondar por los 50ºC. Hay
opiniones encontradas al respecto, por eso de las resistencias en los
hornos eléctricos pero si las resistencias están calientes ¿cómo es
posible que se le pegue vapor de agua? una verdad de perogrullo, pero
que cada uno haga como crea conveniente, puerta entreabierta, cerrada...
Templado: 1ª hora
Arrancamos con el horno a temperatura ambiente
a los 15' alcanzar los 25ºC,
a la 1/2 hora alcanzar los 50ºC
a los 45' llegar a los 75ºC
para llegar a la 1er. hora a los 100º C.
En éste momento sin apagar el
horno, mantener la temperatura y destapar las toberas, vamos a ver que
sale vapor, a veces mucho: es la humedad de las piezas (aunque
suponíamos que estaban secas) dejar que salga todo, esto llevará varios
minutos. Cuando veamos que ya no sale vapor, (si no lo podemos ver hacer
la prueba del espejo, acercando un espejo a la tobera y éste ya no se
empañe). recién ahí entraremos y continuaremos con la segunda hora de
cocción.
Templado: 2ª hora:
dejar ahora las toberas destapadas
(deben dejarse destapadas hasta los 700ºC, además del vapor a eso de los
300º C podrá salir humo que significará que se queman todos los
compuestos orgánicos que pueda contener el barro)
A la hora y 15' llegar a los 130ºC,
a la hora y 1/2 llegar a los 160ºC,
a la hora 45' alcanzar los 190ºC
para llegar a la 2ª hora a los 220ºC.
Templado: 3ª hora.
a las 2hs y 15' llegar a los 250ºC,
a las 2hs. y media alcanzar los 280ºC,
a las 2 hs y 45' llegar a los 310ºC
y a la 3er. hora llegar a los 340ºC
Cocción propiamente dicha, continuación:
A partir de aquí continuaremos la cocción hasta terminar el bizcochado.
Yo mantengo un ascenso constante de temperatura de unos 140-150º C por
hora. (hablo de bizcocho, porque hay esmaltes que necesitan otros
tiempos para madurar y fundir).
Hay varios que dicen que un buen bizcochado está alrededor de los 950ºC.
Yo prefiero llevarlo hasta los 1040-1050ºC. pero para evitar esos
esmaltes que por su contracción luego se craquelan.
Así le encontre la vuelta para que los esmaltes de baja no queden con
esos craquelados que no buscaba y suenen clink, clink, ¡clink! por
varios días. (Como todavía no manejo bien la formulación de esmaltes
para corregir la dilatación-contracción prefiero evitar todo lo posible
que me suceda, pero ya entramos en otro campo).
Notas:
Si durante la cocción tenemos un corte de luz, reiniciar la curva de temperatura desde la temperatura en que ésta se cortó.
Si esmaltan, coloquen conos, porque los pirómetros serán muy lindos,
pero luego de varias horneadas estos se entran a descalibrar y podemos
tener diferencias y quizas luego un esmalte salga mal porque no llegó a
la temperatura para fundirse. ¿pero cómo? si el pirómetro decía
tanto???? a veces unos 10º C hacen la diferencia...
Extraído de: El Barro y yo Blog con apuntes y notas muy interesantes sobre cerámica y alfarería
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